Dolor de rodilla: causas y tratamientos.

dolor de rodilla

La articulación de la rodilla es una de las articulaciones más complejas del cuerpo humano. Un dispositivo tan "complicado" combinado con una carga constante hace que la articulación sea muy vulnerable.

En este sentido, no es sorprendente que a lo largo de nuestra vida, al menos una vez, cada uno de nosotros haya experimentado dolor de rodilla: sordo, doloroso, agudo, sordo o incluso insoportable. A veces, las sensaciones desagradables molestan a las personas solo cuando caminan o doblan y estiran las piernas, en algunos casos, con regularidad.

La naturaleza del dolor en la articulación de la rodilla, así como las causas que lo provocan, pueden ser muy diferentes; En este artículo intentaremos comprender en detalle por qué duele la rodilla y qué hacer en este caso.

Causas del dolor de rodilla

El dolor en la articulación de la rodilla puede ser causado por una lesión o ser de naturaleza patológica. A veces, este es un síntoma de una enfermedad grave, que puede estar determinada por la naturaleza de las sensaciones y una serie de signos adicionales.

Entre los motivos más comunes por los que duelen las rodillas se encuentran los siguientes:

  1. La artritis de la articulación de la rodilla es una enfermedad inflamatoria. Puede ser una patología independiente o un síntoma o complicación de otras enfermedades.
  2. La osteoartritis de la articulación de la rodilla es un proceso degenerativo de destrucción de los tejidos articulares; durante un largo período de tiempo, provoca deformación y priva de movilidad a la articulación.
  3. Por lesión por golpe muy fuerte en la rodilla, impacto con objeto duro o caída. En este caso, la articulación se daña excesivamente y se dobla de forma poco natural.
  4. Daño a los ligamentos: cualquier actividad que implique esfuerzo físico puede provocar lesiones en la rodilla. Esto sucede a menudo durante los deportes y la recreación activa, e inmediatamente se siente un dolor agudo y la articulación se hincha. Si esto sucede, es necesario excluir un mayor esfuerzo en la pierna lesionada hasta que se brinde asistencia médica, para no agravar la lesión.
  5. Daño al menisco. El menisco es una pieza redondeada de cartílago en la articulación de la rodilla que se daña fácilmente con sentadillas o giros repentinos. El médico diagnostica esta causa tras un examen presencial, una ecografía y una radiografía.
  6. Bursitis. Mucha gente se pregunta por qué les duelen las rodillas al doblarlas. Puede haber muchas respuestas a esta pregunta, pero a veces se trata de la habitual formación excesiva de líquido en la articulación, o más bien en la bolsa donde se encuentra. El dolor no está localizado y a menudo puede irradiarse a zonas vecinas, incluso a los dedos de los pies. La bursitis puede presentarse de forma aguda, pero a menudo se vuelve crónica. La bursitis aguda se expresa como un dolor agudo en la pierna por encima de la rodilla o en la propia rodilla, enrojecimiento de la piel y limitación significativa de la movilidad de la pierna. El líquido acumulado se puede sentir fácilmente incluso a través de la piel; la hinchazón tiene un contorno claro.
  7. El dolor ocurre cuando se forma un quiste debajo de la rodilla (quiste de Becker). La formación aparece en la fosa como resultado de un proceso inflamatorio observado previamente en la articulación de la rodilla. Las sustancias acumuladas durante la inflamación en las articulaciones penetran en las áreas tendinosas de la fosa poplítea y se ubican dentro de la fosa.
  8. La tendinitis (inflamación de los ligamentos y tendones) se caracteriza por hinchazón y malestar en una zona específica. Se intensifica con la flexión y extensión de las rodillas y la contracción de los músculos asociados al tendón afectado por la inflamación, y se irradia a los músculos vecinos de la pierna y el muslo.
  9. Dolor isquémico: se produce debido a un suministro de sangre comprometido a la articulación de la rodilla. La causa puede ser un cambio brusco de clima, una estancia prolongada en el frío y una actividad física excesiva. Como regla general, el dolor se localiza simétricamente, es decir, en ambas rodillas, tiene la misma intensidad y no afecta la movilidad articular.

No se debe ignorar el dolor agudo o crónico que aparece en la rodilla, por lo que es necesario consultar a un médico. Una vez realizado el diagnóstico, el especialista te indicará qué hacer en un caso concreto. El tratamiento puede consistir en pastillas, ungüentos, masajes, procedimientos físicos y cirugía.

Diagnóstico

Primero, el ortopedista examina la rodilla dolorosa del paciente, realiza pruebas de movimiento y recopila una anamnesis para hacer un diagnóstico preciso. Además, el médico puede prescribir las siguientes pruebas:

  1. Instrumental: utilizando radiografía. Ultrasonido, tomografía computarizada, resonancia magnética o densitometría.
  2. Durante un estudio de laboratorio, se realizan pruebas generales y bioquímicas, un frotis y un análisis de sangre para detectar microflora bacteriana, una prueba serológica, una punción de la médula ósea y líquido articular.
  3. Los métodos invasivos implican la artroscopia.

A partir de los resultados de los exámenes y pruebas, el especialista realiza un diagnóstico y le indica cómo tratar el dolor de rodilla en su caso.

Tratamiento del dolor de rodilla

Los médicos pueden determinar por qué duelen las articulaciones. Por tanto, una visita oportuna a un especialista es un componente importante para eliminar rápida y correctamente el problema que ha surgido. Sin embargo, sea cual sea la causa del dolor de rodilla, lo primero que hay que hacer es reducir la carga sobre las articulaciones. A menudo, durante los períodos de dolor agudo, el paciente requiere reposo en cama seguido de activación de las piernas. Se recomienda utilizar bastón o muletas para caminar y calzado suave y cómodo. En algunos casos, el médico prescribe plantillas ortopédicas.

En casa, los principales tratamientos farmacológicos para el dolor de rodilla son los condroprotectores, analgésicos y antiinflamatorios. Las formas de liberación de estos medicamentos pueden ser diferentes (geles, cremas, ungüentos, inyecciones, tabletas). El especialista prescribe una forma u otra de medicamento en función del tipo, grado y localización del daño.

  1. Los AINE son más eficaces para aliviar el dolor y la inflamación. Pero no tienen ningún efecto sobre la causa de la enfermedad.
  2. Si su rodilla está hinchada y le duele, una bolsa de hielo le ayudará. Puedes tomar una bolsa de hielo y aplicarla en el área dañada. Después de un tiempo, el dolor comenzará a disminuir.
  3. Los condroprotectores, por el contrario, no reducen el dolor, pero con un uso prolongado contribuyen a la restauración del tejido cartilaginoso dañado, restablecen la función de las articulaciones y reducen el número de recaídas de la enfermedad.
  4. Aplicar un vendaje de contención también puede ayudar. Pero debe estar seguro de que esto se puede hacer para su lesión; de lo contrario, solo puede empeorar la situación.
  5. Si te duele la rodilla cuando estás sentado en un lugar durante mucho tiempo, debes moverte un poco. Un estilo de vida sedentario o un trabajo sedentario es muy peligroso: existe el riesgo de aumentar de peso, lo que sobrecargará las articulaciones de la rodilla, y además estar todo el tiempo sin movimiento es muy dañino, las rodillas se estancan.

El tratamiento farmacológico suele complementarse con un curso de fisioterapia. Esto le permite aliviar rápidamente el dolor, acortar el tratamiento y reducir la dosis de medicamentos.

Es igualmente importante seguir una dieta: comer alimentos vegetales ricos en vitaminas, platos de pescado y marisco ayuda a restaurar el cartílago articular. Y, por supuesto, cuando el dolor se pueda superar, debemos intentar evitar que vuelva: llevar un estilo de vida saludable, fortalecer el organismo y no someterlo a un estrés excesivo.